sábado, 13 de junio de 2009

viernes, 14 de noviembre de 2008

Don Alberto Capellán Zuazo, PROCESO DE BEATIFICACIÓN



El 6 de abril de 1998, Juan Pablo II declaró las virtudes heroicas de Alberto Capellán Zuazo. El proceso de beatificación comenzó el 18 de febrero de 1980.


Madre de los conversos. VII

Un rudo campesino. Alberto Capellán

Autor: Padre Pablo Largo Dominguez



Alberto Capellán Zuazo (nacido el 7-VIII-1888 y muerto el 24-II-1965) es un riojano cuya vida transcurre en Santo Domingo de la Calzada (España). Fue labrador de profesión. Se haría miembro de la Adoración Nocturna, terciario de san Francisco y socio de la Conferencia de San Vicente de Paúl. Era un cristiano de toda la vida, al estilo de la gente de su tierra y de los habitantes del mundo rural. Pero hubo un momento en que se produjo en él un profundo cambio. No duda en llamarlo conversión. Refiriéndose a su etapa anterior, dirá: “Dios estaba conmigo, pero yo no estaba con él”.



1. Los humos que se gasta Alberto



Era un hombre impulsivo y de temperamento irascible. Tenía bien asentados ciertos códigos de honor. Lo refleja a la perfección un episodio narrado por él mismo. Se había enamorado locamente de una joven llamada Isabel. No tenía todavía relaciones formales con ella, pero en sus celos la consideraba ya exclusivamente para él. Cierto día acepta ella la invitación de otro muchacho para bailar. Tan pronto lo sabe Alberto, acude a una armería y compra un cuchillo de hoja enorme. Al acercarse la hora de la salida del baile, se queda apostado en un lugar por donde deberá pasar la pareja. Llegado el momento, oculta con el tapabocas el cuchillo y se abalanza sobre ellos. De repente, a sólo dos pasos, descubre que se trata de otros novios. El chico emprende a correr y él va detrás diciéndole: “Vuelve con la novia, que contigo no va la cosa”.

El grave error que ha tenido le hace reflexionar y serenarse un poco. La resolución que toma es ya ligeramente distinta: “Primero tengo que oír al chico. Si me dice que viene a acompañarla porque le da la gana y es su gusto y el de ella, lo mato. Pero debo oírle”. Los ve venir, les sale al paso y pregunta: “¿Por qué vienes tú con ésta?”. Responde el otro: “Perdóname si te he faltado. Quédate con ella”. Contesta él: “No. Ninguno de los dos, pues también ella me ha faltado”. El otro le alarga la mano en plan de amistad y lo invita. Ambos van a tomar unos vasos. Alberto, en el camino, tira el cuchillo.

Acabará casándose con Isabel, que de vez en cuando sufrirá los arranques de genio de Alberto. Conocemos, por testimonio del mismo, otros rasgos propios de la edad y del ambiente. De mozo, tiraban poderosamente de él las juergas y el baile. Las fiestas con los amigos ocasionaban gastos que “la paga” de su madre no podía cubrir. Había que sacar el dinero de otro sitio. ¿Solución? Declara el antiguo juerguista: “Para un labrador, el único sitio era el granero”. Ni corto ni perezoso, llenaba medio saco de trigo y lo llevaba a vender a escondidas.

Trabajar con yuntas de animales y torcerse las cosas, desató en él, al menos una vez, una reacción demasiado frecuente en el mundo rural de su tiempo y comarca: los juramentos y blasfemias. Era hombre ambicioso: cultiva sus propias tierras, lleva otras a renta, los días libres trasporta patatas a la estación de ferrocarril de Haro, le grita al suegro cuando piensa que le resta algo que le corresponde, es también -según algún testimonio- un tipo roñoso que jamas da nada.



2. Transformaciones


Sin duda tenía rasgos de honradez, y hemos adivinado otras cualidades en varios de los excesos a que se refiere: es jovial, laborioso, tiene sentido de la amistad, reacciona con nobleza cuando el otro joven se excusa y ambos lo celebran tomando unos chatos. Creemos, sencillamente, que le faltaba, y en buenas dosis, capacidad de autocontrol. Necesitaba ejercitarse en el dominio de sí. Es tarea ardua: “Un hombre puede conquistar en la batalla miles y miles de hombres, pero aquel que se conquista a sí mismo, sólo él, es el más grande entre los conquistadores” (dicho budista).

Las relaciones con su esposa están presididas cada vez más por la deferencia y la delicadeza en el trato, la veneración y la alabanza por lo valioso que percibe en ella, pequeñas atenciones continuas, ayuda en menesteres de la casa propios entonces de mujeres, el encendido de la cocina las madrugadas del invierno para que ella la encuentre caliente al levantarse.

Desarrolla el sentido de la verdad y la justicia. Con motivo del referéndum nacional de 1967, el alcalde de Santo Domingo convocó a los presidentes de mesa para trasmitirles una instrucción del gobernador: “hay que ganar el referéndum incluso falsificando los resultados”. Alberto era presidente de mesa, pero se opuso de modo terminante a la orden recibida y dijo con toda seriedad y firmeza que no estaba dispuesto a secundar su propuesta. La autoridad municipal no logró hacerle cambiar de actitud. Hacía falta valor en aquellas circunstancias para oponerse redondamente en público al alcalde. También, por no faltar a la verdad, perdió algún negocio. En una feria de ganado, un animal suyo le agradaba a cierto comprador. Cuando Alberto le dijo la edad real de la res, se le fue a pique la venta.

Los domingos, con otros miembros de las Conferencias de San Vicente de Paúl, visitaba a los calceatenses pobres y les llevaba alguna ayuda. Pasó muchas noches junto a la cabecera de enfermos que lo necesitaban por no tener familiares que pudieran acompañarlos. Asistía a los velatorios de los difuntos donde preveía falta de gente que diera calor humano a la familia, estaba al lado de las familias gitanas en los funerales. Siendo presidente de la Comunidad de Labradores, gestionó una reunión de sindicatos y labradores, y se alcanzó un acuerdo que beneficiaba a todos y evitó la huelga. Los responsables de los sindicatos de la UGT y de la CNT eran amigos suyos.

Como obra especial para atender a los numerosos mendigos y sin techo que pasaban por Santo Domingo, levantó un refugio, el edificio del Recogimiento. Instaló mobiliario apropiado, llevaba de mañana alimentos y conversaba al final de cada jornada con aquellos transeúntes, que le contaban la varia fortuna de su vida mendicante. A algunos, tendidos en la calle por hallarse muy debilitados, o por estar borrachos, los llevaba sobre sus hombros hasta la casa. Así durante años. Estos continuos desvelos no dejaron de causarle problemas. Cuenta un testigo que en general los ayuntamientos de izquierdas respetaban su actividad, pero los de derechas lo criticaban porque se llenaba de pobres la ciudad y, con ellos, crecía la inseguridad.



3. Presencia de María



¿Dónde están el secreto y raíz del cambio operado en Alberto? Lo refiere él mismo. Una excelente ayuda y un buen impulso le vino de la lectura del Catecismo explicado del P. Claret. Le resultó un libro de gran atractivo. Claro, mucho más al fondo, es la acción de Dios la que lo va trabajando y la que desarrolla en él una verdadera mística cristiana: “El atractivo principal era el dedo de Dios que suscitaba el primer chispazo de su gracia extraordinaria. Ya no era yo, era Cristo en mí quien se movía en todas las direcciones”.

Y sobre María escribe: “A esta bendita Madre que, aunque en la confesión que estoy haciendo la he nombrado poco, la llevo toda mi vida en mi corazón. En mi niñez, particularmente, le rezaba mucho. En mi juventud pecadora, no me dormía una noche sin rezarle las tres Avemarías con la oración ‘Oh Virgen y Madre de Dios’... Y cuando intenté cometer el crimen, en mi pecho la llevaba. ¡Pobre Madre mía, qué mal te traté!”.



Y ahora viene algo inesperado: “Una noche, después de acostado, de momento quedé como fuera de mí, contemplando, como a metro y medio de altura, pues casi llegaba al techo, una imagen. En mi interior una voz me dice: ¡La Virgen! Yo no hablé nada. Parece natural que yo, lleno de emoción, habría de haber dado un grito. Pues nada. Desaparecer la visión y agarrarme un profundo sueño, era todo. A la noche siguiente, lo mismo. Al comenzar las oraciones me quedaba en contemplación. No sé cómo decirlo. Y así por tres noches. [...] Y a pesar de haber recibido, en otras ocasiones, más consuelos y dulzuras del cielo que en lo que termino de narrar, nunca la podré olvidar. Al fin y al cabo, el Espíritu Santo es dueño de sus dones para derramarlos sobre sus criaturas, con más o menos dulzuras, según le parece”. Sobre esta experiencia dice: “Todo esto fue al principio de mi cambio de vida”. Algunos dicen que es el secreto de su conversión.
http://www.autorescatolicos.org/pablolargomadreVII.htm

Un hermano adorador de la Rioja, me manda una oración para la devoción privada en apoyo de la causa de beatificación de D. Alberto Capellán Zuazo.

Doy cuenta pues tanto de la oración, como de la interesante biografía de este adorador nocturno ejemplar.

El Venerable ALBERTO CAPELLÁN ZUAZO

Labrador, Padre de familia y Adorador Nocturno

ORACIÓN, para la devoción privada:

Oh Dios, que otorgaste a tu siervo Alberto
Capellán un singular amor a los misterios de tu
Cuerpo y de tu Sangre y el carisma de encontrarte y
servirte en los pobres: haz que yo sepa también
pasar por esta vida íntimamente unido a Ti, sirviéndote
en los hermanos más necesitados. Dígnate glorificar
a tu siervo Alberto, y concédeme por su intercesión
el favor que te pido. Amén. (Petición).

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

De conformidad con los decretos de Urbano VIII, declaramos que en nada se pretende prevenir el juicio de la Iglesia, y que esta oración no tiene finalidad alguna de culto público.

Biografía:

Alberto Capellán Zuazo nace en Santo Domingo de la Calzada, Logroño, el 7 de agosto de 1888. Contrae matrimonio con Isabel Arenas Mahave el 30 de junio de 1909. Labrador y padre de ocho hijos. Muere santamente en su ciudad natal el 24 de febrero de 1965, a los 77 años de edad.

Vive una vida cristiana corriente hasta que se convierte de lleno a Dios, en enero de 1919. A los pocos meses ingresa en la Adoración Nocturna. Su temple
de Adorador queda avalado por los 15 años de Presidente, 660 noches ante el Santísimo, y su promoción a Veterano y Veterano Constante.

A su extraordinario amor a la Eucaristía y a la Virgen, une inseparablemente su predilección por los pobres. Les construye un refugio en 1928, que él llamará “recogimiento”, donde personalmente les atiende hasta su muerte: “Cuántas veces he tenido la gran dicha de llevar a Cristo sobre mis espaldas en la persona del pobre”.

Todo en su vida lo valora a la luz de la fe: su amor entrañable a la esposa, la educación cristiana que da a sus hijos, el duro trabajo del campo. Su fe le hace sacar tiempo para un apostolado más activo y para su entrega generosa a los más necesitados.

Un seglar de nuestro tiempo, en el que se aprecia la obra de Dios: los dones de oración que él gustó a solas y una vida cristiana dedicada al bien de sus hermanos los pobres.

18-02-1980. Se inicia la Causa de Beatificación.

21-02-1983. J. Pablo II firma el decreto de Introducción.

28-06-1986. Se cierra solemnemente el Proceso.

06-04-1998. El santo Padre firma el Decreto de Virtudes Heroicas. Por ello ya es Venerable.

01-07-2000. Se trasladan sus restos a la Catedral.

http://religionenlibertad.com/blog/index.php?blog=14&p=1614&more=1&c=1&tb=1&pb=1#more1614



Para más información sobre la biografía y proceso de canonización de Don Alberto Capellán Zuazo, podéis ir a la siguiente página:

http://www.iglesiaenlarioja.org/albertocapellan

viernes, 24 de octubre de 2008

jueves, 9 de octubre de 2008

CARTA DE DON PEDRO GARCÍA MENDOZA, PRESIDENTE DE LA ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA A LA SECCIÓN DE VILLARREAL Y SANTIAGO DE CHILE

La Adoración Nocturna Española

La Adoración Nocturna Española se funda en España, en el año 1877, y llega a esta nación gracias al entusiasmo y amor eucarístico de D. Luis de Trelles y Noguerol que, habiendo conocido la Adoración Nocturna en Francia, se propone traer esta bellísima devoción de amor a Jesús Sacramentado a España.

Después de superar muchísimas dificultades, se celebra la primera Vigilia, en Madrid, en la noche del 3 de noviembre de 1877, en la Iglesia de los Padres Capuchinos del Prado.

Como es sabido, la Adoración Nocturna es una asociación de creyentes que, reunidos en grupos, se turnan velando en las horas de la noche, para adorar a Dios en representación de toda la humanidad y en nombre de la Iglesia, a través de Cristo, y para agradecer al mismo Cristo, Dios y Hombre, su presencia en el Sacramento que los une al Sacrificio redentor.

El adorador nocturno, con su participación en la Vigilia, ejerce ante Dios lo que constituye un deber de toda criatura racional: reconocer que Dios es Dios, que es nuestro Creador, nuestro Señor y nuestro Padre.

Adorando y velando, cumple la misión escatológica de la Iglesia, Esposa de Cristo, que debe estar amorosamente atenta a la venida del Señor (Lc. 12, 37-38).

Agrupados en turnos, con días de vigilia señalados, y cubriendo distintas horas de vela, cumplen dentro de la Iglesia la misión que a ésta encargó el Señor cuando pidió que oráramos ininterrumpidamente.

La espiritualidad propia de la Adoración Nocturna trata de imitar a Cristo adorador del Padre, que durante su vida mortal oraba frecuentemente de noche, y que ahora perpetúa su adoración, su intercesión y su sacrificio redentor de la Eucaristía.

La adoración eucarística es: afirmación expresa, ante los hombres, de nuestra fe en la presencia sacramental permanente de Cristo en la Eucaristía, que deriva del sacrificio y se ordena a la comunión. Es búsqueda de una vivencia más intensa del misterio eucarístico para llenarnos de Él y hacerlo vida en nosotros. Es, en definitiva, un compromiso concreto de ser, con nuestra vida, testimonio de la realidad del amor de Dios presente entre los hombres.

Ser adorador nocturno es disfrutar especialmente del regalo infinito que supone la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento. Es conversar personalmente con Él, en su domicilio terrestre, durante el silencio de la noche, como Nicodemo. Es sentir la alegría de hospedarle en nuestra propia casa, como el publicano Zaqueo, o como los hermanos de Betania. Es, en definitiva, comprometerse activamente con Jesús para realizar entre los hombres su mandamiento de amor, y para construir el Reino de Dios en la tierra.


La identidad del adorador se define por lo que cree, por lo que practica y por los compromisos que acepta en el quehacer eclesial.

“Dichosos los siervos que el Señor al venir encuentre despiertos;

yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de

uno a otro, les servirá. Y si viene en la segunda vigilia o en la

tercera, y los encuentra así, dichosos ellos.” (Lc. 12, 37-38)

En la primera visita que S.S. Juan Pablo II, de feliz memoria, realizó a España, en 1982, presidió en la primera noche de su estancia en nuestra país, una Vigilia de Adoración Nocturna, y en su alocución a los adoradores de España, dijo, entre otras cosas:

“La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico.

Jesús nos espera en este Sacramento de Amor. No escatimemos tiempo

para ir a encontrarlo en la adoración, en la contemplación llena de fe y

abierta a reparar las graves faltas y delitos del mundo. ¡No cese nunca

nuestra adoración!”

Y cuando, al año siguiente, devolvimos la visita de Su Santidad, celebrando una Vigilia en la Basílica de San Pedro, en Roma, nos dijo:

“La adoración es un quehacer ineludible de la Iglesia. Vosotros,

adorando a Jesús Sacramentado, cumplís en las Iglesias locales

el encargo que el Apóstol nos hizo de orar sin interrupción

(1 Tes 5, 17), imitando al Maestro que frecuentemente pasaba la

noche en oración. (Lc. 6, 12).”

“La Iglesia necesita de hombres y mujeres como vosotros, convencidos

del valor insustituible de la oración y consecuentes con la obligación

de todo hombre de dar gloria a Dios, como premisa indispensable de

cualquier acción que quiera ser beneficiosa para los demás,”

En la actualidad, en España, la Adoración Nocturna está presente en todas las Diócesis de nuestra nación, y hay en torno a cincuenta y dos mil adoradores nocturnos, entre activos y honorarios, repartidos en un total de cerca de ochocientas Secciones, y formando un total de más de mil novecientos Turnos.

lunes, 6 de octubre de 2008

Carlos Dívar. Un presidente de adoración nocturna (Antonio Oricio - interviu.es)


Carlos Dívar. Un presidente de adoración nocturna (Antonio Oricio - interviu.es)

http://lacomunidad.elpais.com/horasur/2008/10/5/carlos-divar-presidente-adoracion-nocturna

Ayuda a presos en apuros y tiene consuelo hasta para los funcionarios de la Audiencia Nacional. Carlos Dívar, nuevo presidente del Poder Judicial y del Supremo, es adorador nocturno y apasionado de Tierra Santa.

Fue el 6 de agosto pasado. A la localidad palentina de Baltanás (poco más de 1.400 habitantes) llegaban de mañana dos coches oficiales. En uno, dos escoltas. Del otro descendía vestido de sport el presidente de la Audiencia Nacional –y hoy ya presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo–, Carlos Dívar Blanco. Desde que era un niño no volvía al pueblo de sus abuelos, industriales de tintes y curtidos. Después de visitar la ermita de la patrona, la Virgen de Revilla, y otros lugares emblemáticos, una comida de hermandad reunió a cofrades y vecinos. “Allí dio un discurso emotivo y muy agradecido, donde nos animó a todos a ser fieles a Dios y a la patria”, explicó a esta revista Luis Antonio Curiel, presidente de la cofradía. En Baltanás dejó el recuerdo de una persona honesta y servicial, “de alguien muy educado y cariñoso”, como lo define su alcaldesa, María José de la Fuente.

Así encandiló también a José Luis Rodríguez Zapatero, con el que se ha reunido en alguna ocasión en las últimas semanas, según ha podido saber interviú. Por esos encuentros, el presidente del Gobierno sabe perfectamente dos de sus principales rasgos: su lealtad institucional –algo que no se prodigó en etapas anteriores en el CGPJ– y que sus principios morales van a regir su presidencia.

La vida de Carlos Dívar, malagueño de 67 años y soltero, sigue una línea muy bien definida, marcada por la práctica de la religión católica, que guía gran parte de sus quehaceres diarios. Hace menos de cuatro meses intervino en la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar del Arzobispado de Madrid con la ponencia La Fe, orientadora de mi actividad jurídica y profesional. Nunca lo ha disimulado, y hasta el momento todo el que lo ha tratado habla parabienes. Uno de sus allegados todavía recuerda que la semana pasada, cuando fue nombrado, no dejaba de comentar que “si Dios me ha mandado esta misión, tengo que aceptarla”. Quienes lo conocen saben que ha hecho votos de castidad.

Dívar ingresó en la carrera judicial en 1969 después de estudiar en las universidades de Deusto y Valladolid. Pasó por juzgados de Castuera (Badajoz), Orgaz (Toledo) y Durango (Vizcaya), para acabar de magistrado en San Sebastián. En 1980 llegó a la Audiencia Nacional y nueve años después sufrió como el que más la muerte de su compañera la fiscal Carmen Tagle. Fue él quien tuvo que tomar declaración a su asesino, el etarra Henri Parot. Dicen en la Audiencia, a la que llegó de la mano de Rafael Mendizábal, que es uno de los mejores interrogadores.

Desde 2001 preside la institución sin grandes sobresaltos, sobre todo por su carácter conciliador. Amigo de los fiscales Jesús Santos e Ignacio Gordillo, “es un apagafuegos, toda una virtud en la Audiencia Nacional”, comenta un magistrado. El mismo que relata cómo en 2002 Dívar removió Roma con Santiago para que no expulsasen de la carrera judicial a los jueces que habían cometido el error de poner en libertad al narco colombiano Carlos Ruiz Santamaría, alias El Negro.

Carlos Dívar ha querido mantener la máxima neutralidad, por eso ni se ha afiliado a ninguna asociación judicial. Sí pertenece a la Adoración Nocturna de Madrid, una forma de apostolado que tiene como principal liturgia la oración en vela al estilo de las vigilias de los antiguos cristianos, y habitual de conferencias de contenido mariano, Carlos Dívar no ha ocultado su gran pasión: Tierra Santa. En mayo de 2008, invitado por el Centro Tierra Santa de Madrid, dio testimonio de peregrino asiduo –más de treinta veces ha reconocido haber viajado a los santos lugares– en su conferencia Por amor a Jerusalén. Inició su intervención con una frase que seguro le sirve de consuelo cada mañana cuando se dirige a la Audiencia. “Cuando se ama no hay nada que temer”, y continuó asegurando que “una vez descubierta y conocida la tierra del Señor ya no me interesan otros lugares”. De su sacrificio vital da cuenta la web del Centro al asegurar que la mitad de las veces ha viajado hasta allí por la ruta del Éxodo, “la más dura y reconfortadora”, que atraviesa Egipto, Jordania e Israel.

Amante de los países árabes y admirador de su arte, Dívar es un loco de la ópera –“se sabe algunas en italiano”, comenta un allegado–. En una ocasión se le pudo ver en un museo madrileño explicándole a sus escoltas la importancia del arte egipcio.

Su discreción en sus instrucciones sobre terrorismo y narcotráfico le ha hecho ganar amigos. Viendo el ideario de los adoradores nocturnos se entiende su repelús por llamar la atención. Entre los compromisos de este grupo cristiano está “aspirar a ser como María: eficaces para la salvación, sin espectacularidad” y “no pensar nunca haberlo conseguido todo ni ser ya perfecto. El adorador se cree siempre obligado a una continua renovación”.

Lo que ya no gustará tanto a los que defienden que la Justicia esté totalmente separada de la religión es que el apartado 38 del ideario de la Adoración Nocturna Española asegura que deben defender a la familia cristiana “por ser la célula de toda sociedad organizada, que está siendo objeto en nuestros días de los más furibundos ataques por la fuerzas del mal”. Dívar tendrá que votar como presidente del CGPJ anteproyectos de ley como la ampliación del aborto o la legalización del suicidio asistido.

Su compromiso católico también lo ha hecho público. En menos de dos meses participará en el X Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Universidad CEU. Si no falla en el último momento, compartirá mesa redonda con dos de los más importantes agitadores de la derecha contra las políticas del Gobierno socialista: Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, y Enrique López, hasta la semana pasada vocal del Poder Judicial y uno de los candidatos del PP al Constitucional.

- Dinero para el bocadillo.

En la web de la Hermandad del Valle de los Caídos aparecen al menos tres artículos firmados por Dívar y fechados en los años 2000, 2001 y 2003. En el titulado Importancia del juez en la sociedad, el nuevo presidente del Supremo aboga por un juez “humano, metido en cuantos problemas afectan a la sociedad que le rodea (…), llamado a defender a los más necesitados, como los ausentes, los desaparecidos, los incapaces, las personas marginadas...”. En Justicia y Juan Pablo II, Dívar mantiene que “sólo en amar a Cristo y hacerle amar, en una vida coherente y cabal, se encuentra la única y verdadera Justicia”. Y en el más reciente, bajo el epígrafe ¿Terrorismo en España? ¿Terrorismo en Europa?, asegura citando Juan Pablo II que “una civilización jurídica, un Estado de Derecho y una Democracia (...) no sólo se caracterizan por una eficaz estructuración de sus ordenamientos, sino, sobre todo, por fundarse en las razones del bien común y de los principios morales universales inscritos por Dios en el corazón del hombre”. El ahora presidente del CGPJ y del Supremo no tiene culpa, en este caso, de compartir reflexiones con otros articulistas de la talla de Gustavo Morales y Miguel Ángel Loma –conocidos por su vinculación con el falangismo–, de revisionistas como Pío Moa o ultras reciclados como J. J. Esparza.

De comunión diaria y vigilia mensual, Dívar vive solo y es respetado por todos los que lo conocen. Muchos lo admiran porque sus creencias se traducen en ayudar personalmente a indigentes y marginados. “Hace gestiones siempre que puede con instituciones penitenciarias para ayudar a algún preso o a sus familias”. Nadie olvida en la Audiencia que cuando dejaba en libertad a algún detenido que apenas tenía para comer, él le daba para un bocadillo.

Fuentes de la Audiencia comentaron que el gobierno de los jueces es “un avispero distinto al de la Audiencia. Mucho más politizado, donde Dívar tendrá que demostrar sus dotes de consenso. Allí no valen sólo las buenas palabras”.

Nada más ser elegido, el miércoles 24 de septiembre, agradeció los elogios y las críticas que ha recibido porque le han supuesto “una lección de humildad”. Y dijo que le vendrían muy bien para su nuevo cargo.

En la Audiencia muchos lo echarán de menos. “Ha sido consuelo para muchos en momentos difíciles”, cuenta una funcionaria. Este año, en una entrevista a Popular TV dijo: “Yo Intento que la Administración de justicia sea lo más cercana posible a la divina”. Unos confían en que su responsabilidad institucional estará por encima de sus creencias; otros piensan que sus creencias influirán en sus decisiones. El pasado viernes los altos cargos de la judicatura recibieron una nota: el 29 de septiembre, en la iglesia de Santa Bárbara, el cardenal Rouco celebrará un oficio para darle suerte.

http://lacomunidad.elpais.com/horasur/2008/10/5/carlos-divar-presidente-adoracion-nocturna


5 Oct 2008

Carlos Dívar: "No me avergüenzo de Aquél al que amo sobre todas las cosas"

Escrito por: horasur el 05 Oct 2008 - URL Permanente

Carlos Dívar: "No me avergüenzo de Aquél al que amo sobre todas las cosas" (Gonzalo Altozano - archimadrid.es)

Va a ser el nuevo presidente del Consejo General del Poder Judicial. Su nombre, que ha sonado mucho en los telediarios y los informativos (“El presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar...”), también lo hace entre sus hermanos de la Adoración Nocturna, realidad eclesial dentro de la cual es “adorador veterano constante”. Tantas horas de oración se le notan en lo pausado de sus modales y en lo meditadísimo de sus respuestas a la entrevista que le realizó la Revista Alba hace un tiempo. El nuevo presidente del gobierno de los jueces españoles no es partidario de dejar sus creencias en casa: "El amor de Dios, que es el que ha dirigido toda mi vida, nunca puede quedarse en casa", afirma.

-Ustedes, los adoradores nocturnos, rezan cuando todos duermen.

-Es que, como dice el apóstol san Pablo, hay que orar sin descanso. Por otra parte, Pío XII definía la oración como“ la respiración del alma”, y todos sabemos que ni dormidos podemos dejar de respirar.

-¿Se reza mejor de noche?

-El silencio es más profundo, nadie te interrumpe, te concentras más. Esto hace que Dios te hable más de cerca al corazón. No hay que olvidar que Jesús gustaba de orar por la noche.

-¿Y más? ¿Se reza más?

-Aunque nunca se ora lo suficiente, hay que hacer horas extras: por los que no rezan, por los que no creen, por los que no le conocen...

-¿Qué les diría a éstos?

-Que llorarían de alegría si supieran cómo nos ama Jesús. Muchos de los que no aman a Dios es porque no le conocen.

-Tantos años en la Adoración Nocturna... ¿qué le han enseñado?

-Que lo verdaderamente importante en la vida es Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Es decir, Jesús en cuerpo, sangre, alma y divinidad. Lo más importante.

-También es congregante mariano.

-Desde pequeño.Me eduqué en Bilbao y allí aprendí a dirigirme a Nuestra Señora bajo la advocación de la Virgen de Begoña.

-Ser congregante mariano y adorador nocturno...

-Aquí quedan reflejados los dos grandes amores de mi vida: la Santísima Virgen y la Eucaristía.

-¿Qué papel tuvieron ahí sus padres?

-Les debo mucho en cuestión de fe: crecí viéndolos hacer oración, rezar el rosario, ir a misa... El hogar como iglesia doméstica (así la definió el Concilio) es clave en la vida del cristiano.

-¿También lo es la oración?

-“Todo apostolado que no esté basado en la oración está destinado al fracaso”. Eso dijo Juan Pablo II en su primera visita a España.

-Antes citaba a Pío XII para definir la oración.¿Cómo la definiría usted?

-Como la conversación con Dios, con Jesús. El trato íntimo con Dios.

-Dice Requero que la imagen que tiene de Dios no es la de un presidente del Supremo elegido por consenso entre PP y PSOE, sino la de un padre.

-Toda la revelación de Jesucristo consiste en decirnos que Dios es padre para expresar así todo el amor que nos tiene.

-Entonces, ¿se lo imagina como a un padre?

-No es que me lo imagine, es que dentro de mi corazón lo siento como un padre que me ayuda, me aconseja y, sobre todo, perdona mismuchas faltas. Él es el que tiene la iniciativa de amor, no nosotros.

-¿Y el Juicio Final? ¿Cómo se imagina el Juicio Final?

-El Evangelio ya nos dice cómo tenemos que hacerlo: “Allá vendrá Jesús para juzgar a vivos ymuertos y dirá: ‘Venid, benditos de mi Padre. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber...’”. Será un juicio de caridad.

-¿Eso le reconforta?

-Claro, porque no nos preguntarán por artículos o dogmas, sino si hemos pasado por el mundo haciendo el bien. Como dijo san Juan de la Cruz: “Al atardecer de la vida seremos juzgados por el Amor”.

-No le veo nada partidario de dejar sus creencias en casa antes de ir al despacho.

-El amor de Dios, que es el que ha dirigido toda mi vida, nunca puede quedarse en casa.

-¿Y si se viera obligado a elegir?

-Yo tengo que actuar conforme a mi conciencia. No puedo dejar de creer por tener un cargo público. Mi vida es una unidad. Antes de abandonar a Dios, abandonaría mi trabajo, sin hacer ningún ruido.

-Hay hombres públicos a los que les da pudor hablar de Dios. A, usted, en cambio...

-Dios está tanto en mi vida pública como en la privada y yo no puedo renunciar a Él ni en una ni en otra. Jesús dijo: “Quien se avergüence de mí yo me avergonzaré de él delante de mi Padre”.

-Y usted, claro, no quiere que eso le pase.

-No, no quiero. Además, ¿cómo voy a avergonzarme de Aquel al que amo sobre todas las cosas?

(fuente: http://www.archimadrid.es/sanlorenzo/03.htm)

domingo, 5 de octubre de 2008

MIEMBROS QUE COMPONEN LA SECCIÓN DE VILLARREAL

o
Aqui estamos los 4 miembros principales de la Sección de Villarreal, empezando de izquierda a derecha
1: Don Jose Ortells, Vicepresidente
2: Don Pascual Vilanova, Abanderado
3: Don José Pedro Andrés, secretario
4: Don José Pascual Cabedo, fotografo








Y en esta Don Manuel Usó Presidente de la Sección de Villarreal, y a la derecha la foto de nuestro Consiliario que está junto al Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón en la parte derecha de la foto, el que tiene las manos cruzadas, Don J. Francisco